jueves, 22 de octubre de 2015

Nuestra colaboradora Patricia Astudillo comparte...

A Paola, a sus lecturas de colores, formas y a su magia intuitivaMuchas gracias Retrato subliminal

Estoy retratada mágica, aunque no lo merezca, estoy en una edad en que las marcas en mi rostros están dejando ver el modo he vivido mi vida, con el lado negativo y el lado positivo indicándome que estoy yendo hacia el futuro más sabia cada día. No trato de adivinar el porvenir, creo no me compete, solo limpio mi mente para que el futuro sea lo más saludable para mi y para quienes me rodean.
Mi ego no me permite envejecer, aunque a mi espíritu no le importa eso, sino uso por instinto una lámpara maravillosa, que me alumbra y me ponga en el lugar preciso donde debo estar. 
No me importa la pobreza, pues de ella hecho raíces de riqueza y abundancia.
La primera etapa: he nacido y fui entregada a Dios por mi madre, y al saber esa historia de casi muerte cuando pequeña, marcó mi vida. De ese relato crecieron manos por todo mi cuerpo, que imploraban mi atención, mi cariño y mi amor.
Luego más avanzada en la pubertad aparecieron las percepciones extrasensoriales que no me gusta hacer halagos y ni llamar su atención, solo sé que me acompaña en forma de voz interior.
Ya adulta, he conocido la parte bruja de la vida, y trato por todos los medios de invocar la parte sublime de mi yo superior, para aplacar esos estados de crisis personal y espiritual.
Siento estoy aquí para ayudar, dar, donar a otros, y pido constantemente porque esa energía en mi, nunca muera. Las manos siguen saliendo por todo mi cuerpo y siento no doy a vasto como ser de carne y hueso, pero mi otro yo las entrelaza a mis manos todas ellas, con una tarea sublime y encomendada estoy, por la divina presencia.
Siento además que he sido una hija consentida, mimada, protegida por un padre con un ojo que todo lo ve, que perdona todos mis errores y que tiene un corazón inmenso, tan inmenso como el universo y que comparte conmigo, donador de alas que yo aun no aprendo a usar, por miedo, o quizás por estar ciega, quizás por no entender conscientemente la importancia de su mensaje subyacente; solo sé que tengo que abrir los ojos, mirar, crecer, y desarrollar ese vuelo que impaciente espera por mi en el horizonte.
En mi oído que escucha el latido de los planetas, y en el lóbulo de mi oreja siempre cuelga tatuado el triángulo la divinidad, la armonía y la paz que añoro para todos los seres humanos de este planeta.
Gracias Paola / Patricia Moreno Astudillo- Patricia Araya @22102015-5741-08071953

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